
¡No te estreses tanto, si te levantaste, ya ganaste!
Pucha, la verdad es que ayer tenía todo listo. Mandé el texto, las fotos que me pidió el editor (me carga, pero si lo dice, hay que hacerlo) y el objetivo era que hoy lunes, le mandara el título, pero pasó algo… y todo cambió.
Generalmente, primero escribo el título y luego, me baso en él para redactar…pero, en el texto anterior, no sabía por cuál decidirme y, como muchos dicen “por algo pasan las cosas”, resulta que algo pasó a último momento. Había completado el plan al pie de la letra la semana pasada, así que sí, a primera hora, cambié todo.
Ya, la cosa es que ayer en la tarde, la amiga con la que correré la MMDS me manda un audio y me dice media “atacada”: “queda un mes para la carrera, no lo voy a poder hacer en menos de dos horas” y yo, automáticamente le dije “mándame el audio otra vez, pero borra eso que acabas de decir… queda más de un mes y la única manera hacerla en dos horas es que corra con algún dolor o media lesionada, porque de que la vamos a terminar, la vamos a terminar”. Vino la risa. Cambio de tema.
Eso me quedó dando vueltas y me acordé cuando llegó la planificación de los 21K de La Serena y le comenté a la Sofi, mi entrenadora, algo así como que estaba fome, tres días a la semana, solo trotes cortos y ejercicios de fuerza. Ella me dijo “son las primeras semanas, ve bien el plan”. Lo leí completo y la cosa va aumentando, ahora sé que llegarán las series que, en mi caso, me dan pánico.
¿Qué tiene que ver esto con lo que dijo mi amiga? El miedo… ¿Qué tiene que ver esto con el objetivo de contarles la preparación? Que el apoyo es fundamental, por ejemplo yo cuento con un grupo de amistades, Team Woman AM y, gracias a Dios, con mi familia, especialmente mis papás en las mañanas y en las tardes/noches.
Bueno, lo comento porque así como le pasó a ella, en algún momento también pensé que iba a colapsar entre todo lo que hay que hacer, coordinar y equilibrar, sobre todo, cuando venían esas… las series cortas.
Tengo que confesarles algo que estoy muy segura, a más de alguien también le ha pasado… no siempre las pude terminar, específicamente cuando las hacía en la calle (generalmente las hago en el estadio), ahí venía el terror. Me frenaba, me bajoneaba, pateaba piedras, me sentaba en la vereda a llorar o me iba caminando a la casa decepcionada, pero nunca, jamás se me pasó por la cabeza que no las iba a hacer, de hecho, volvía una vez a la semana a intentarlo, aunque la mente me insistía diciendo “oye para, si no vas a mejorar”. Y sí, no mejoré tanto los tiempos en series cortas, pero sí lo hice en las largas y vencí algo peor: el viento en contra, ese que te hace llorar, que te pega, que sientes que te corta y que te deja con la cara tiesa… “botox natural”.
Así que, como le dije a ella, como lo hice yo, como lo dijo mi entrenadora, amistades y esta misma amiga: “oye, vay bien, no siempre resulta como uno quiere y se puede seguir mejorando”. Así que, a no bajar, no nos ataquemos y si no vas a correr MMDS, ¡corre lo que sea! Lo importante es cumplir con el objetivo y mantener la disciplina… recuerda, si te levantaste ¡ya ganaste!
¡Éxito esta semana!
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